Vida y política:
Un hombre que claramente sabe lo que quiere
Patricio Domínguez, es una persona que como muchos otros, hace de la política una forma de vida. La diferencia está, en que como pocos, hace de la vida, una manera viable de hacer la mejor política sin dejar de lado sus principios, objetivos y su rol de padre.
Patricio Antonio Domínguez Warrington, es una persona que siempre ha tenido sus metas muy claras. Desde muy pequeño, su intención y objetivos, han pasado por ayudar a otras personas.
A medida de que pasaba el tiempo, su amor por ayudar a los más necesitados fue creciendo, llegando a pensar incluso en la inmersión al mundo político. Pero claramente para una persona constante y con objetivos concretos, los estudios forman parte fundamental de la formación de una persona.
Debido a esto, Patricio, estudió odontología en la Universidad de Concepción, una carrera que involucra mucha perseverancia, compromiso y lo más importante para el, la ayuda al prójimo.
Un antes y un después en la vida de un joven perseverante
En la década de los setenta, cuando transitaba por plena época universitaria, tuvo la para el, mejor experiencia de su vida: conocer y compartir con el en ese momento Presidente de la República, el señor Salvador Allende, quien fue el encargado de motivarlo constantemente en ayudar a los más necesitados. Y con ese referente, fueron pasando los días y hoy, Patricio Domínguez, es militante del Partido Socialista de Chile y político activo, es concejal de la comuna de Pirque y no pretende retirarse hasta construir una sociedad más justa e igualitaria. Pero claramente, como todo proceso, era observado por otras personas, y éste, no iba a ser la excepción.
Dicho proceso, era cautelosamente vigilado por Patricia Alejandra Campos Gutiérrez, una joven que se encantó con la perseverancia y honestidad de un joven que parecía no tener límites, un joven que lleno por completo su corazón y pasó a formar parte principal de su vida. Un joven que ahora es su esposo, con el que tiene tres hijos: Valentina Paz Domínguez Campos, Benjamín Patricio Domínguez Campos y Constanza Alejandra Domínguez Campos. Así, se formó la familia Domínguez Campos, una familia que apoya por completo el accionar del padre, una familia numerosa que pretende no especular a cerca del futuro, son y tienen objetivos muy claros.
Patricio, es una persona que dice lo siguiente: “En la vida social moderna la profesión es un deber ineludible y ese deber está relacionado con la familia, con la sociedad y finalmente con la política”. Lo que repite e inculca constantemente en sus hijos, para así ser parte de la formación de personas que tienen que luchar por conseguir un mundo más justo, un mundo que hoy presenta muchas falencias.
Trabaja en el servicio público hace más de 20 años, lo que para una persona con los interese y objetivos antes mencionados, son una muestra clara de la constancia, una muestra de que es una persona que no se queda en un discurso bonito, por el contrario, dice ser una persona de muy pocas palabras, pero de mucha participación e inmersión en la sociedad.
Un hombre sencillo en una vida compleja
Es una persona llena de defectos y cualidades como cualquier ser humano, pero lo que hace la diferencia, es su perseverancia y honestidad para enfrentar el día a día. Viene de una familia muy numerosa, la para él, responsable o mejor dicho educadora de su persona.
Vive en Pirque hace más de doce años y cree haber encontrado el lugar indicado para su vida cotidiana.
Tiene todo o que cree necesitar, más aun, fue creador de una consulta para ayudar a la gente de pocos recursos en lo que a su profesión respecta, lo que lo ayudó para ser una persona conocida, respetada y muy confiable, una persona que ha demostrado ser diferente, una persona que dice ir un paso más allá, una persona que se hace parte de cada uno de los pircanos y que adopta para sí, lo que cree es propio de cada uno.
Dice que la vida, es algo compleja, que se ve principalmente mucha injusticia y que para una persona con esos principios, es muy duro ser parte de una sociedad que presenta claras falencias.
Dice formar parte de las persona que luchan por un bien común, un bien que en reiteradas ocasiones, no se puede lograr, pero que más vale morir en el intento, que ver desde lejos una realidad que no te identifica y que más aun, hace daño.
Patricio dice tener principios y doctrinas porque considera que son el eje central de la conducta del hombre y fijación de su personalidad. Sin principios no hay doctrina y sin doctrinas no hay tradición y por ende, si no hay tradición no hay raíces que asienten y definan el linaje humano y lo proyecten hacia el futuro. Un futuro muchas veces incierto y en otras ocasiones un futuro que está ligado directamente con el accionar de las personas, por lo que Patricio pese a sus logros y a la felicidad de ser parte de una familia unida y bien constituida, no deja sus principios de lado.
Pretende luchar y principalmente ayudar el mayor tiempo posible, sin importar edad, sexo ni ideología política, primando por sobre todas las cosas, la igualdad de condiciones y oportunidades de todos los constituyentes de una sociedad.
Un hombre que claramente sabe lo que quiere
Patricio Domínguez, es una persona que como muchos otros, hace de la política una forma de vida. La diferencia está, en que como pocos, hace de la vida, una manera viable de hacer la mejor política sin dejar de lado sus principios, objetivos y su rol de padre.
Patricio Antonio Domínguez Warrington, es una persona que siempre ha tenido sus metas muy claras. Desde muy pequeño, su intención y objetivos, han pasado por ayudar a otras personas.
A medida de que pasaba el tiempo, su amor por ayudar a los más necesitados fue creciendo, llegando a pensar incluso en la inmersión al mundo político. Pero claramente para una persona constante y con objetivos concretos, los estudios forman parte fundamental de la formación de una persona.
Debido a esto, Patricio, estudió odontología en la Universidad de Concepción, una carrera que involucra mucha perseverancia, compromiso y lo más importante para el, la ayuda al prójimo.
Un antes y un después en la vida de un joven perseverante
En la década de los setenta, cuando transitaba por plena época universitaria, tuvo la para el, mejor experiencia de su vida: conocer y compartir con el en ese momento Presidente de la República, el señor Salvador Allende, quien fue el encargado de motivarlo constantemente en ayudar a los más necesitados. Y con ese referente, fueron pasando los días y hoy, Patricio Domínguez, es militante del Partido Socialista de Chile y político activo, es concejal de la comuna de Pirque y no pretende retirarse hasta construir una sociedad más justa e igualitaria. Pero claramente, como todo proceso, era observado por otras personas, y éste, no iba a ser la excepción.
Dicho proceso, era cautelosamente vigilado por Patricia Alejandra Campos Gutiérrez, una joven que se encantó con la perseverancia y honestidad de un joven que parecía no tener límites, un joven que lleno por completo su corazón y pasó a formar parte principal de su vida. Un joven que ahora es su esposo, con el que tiene tres hijos: Valentina Paz Domínguez Campos, Benjamín Patricio Domínguez Campos y Constanza Alejandra Domínguez Campos. Así, se formó la familia Domínguez Campos, una familia que apoya por completo el accionar del padre, una familia numerosa que pretende no especular a cerca del futuro, son y tienen objetivos muy claros.
Patricio, es una persona que dice lo siguiente: “En la vida social moderna la profesión es un deber ineludible y ese deber está relacionado con la familia, con la sociedad y finalmente con la política”. Lo que repite e inculca constantemente en sus hijos, para así ser parte de la formación de personas que tienen que luchar por conseguir un mundo más justo, un mundo que hoy presenta muchas falencias.
Trabaja en el servicio público hace más de 20 años, lo que para una persona con los interese y objetivos antes mencionados, son una muestra clara de la constancia, una muestra de que es una persona que no se queda en un discurso bonito, por el contrario, dice ser una persona de muy pocas palabras, pero de mucha participación e inmersión en la sociedad.
Un hombre sencillo en una vida compleja
Es una persona llena de defectos y cualidades como cualquier ser humano, pero lo que hace la diferencia, es su perseverancia y honestidad para enfrentar el día a día. Viene de una familia muy numerosa, la para él, responsable o mejor dicho educadora de su persona.
Vive en Pirque hace más de doce años y cree haber encontrado el lugar indicado para su vida cotidiana.
Tiene todo o que cree necesitar, más aun, fue creador de una consulta para ayudar a la gente de pocos recursos en lo que a su profesión respecta, lo que lo ayudó para ser una persona conocida, respetada y muy confiable, una persona que ha demostrado ser diferente, una persona que dice ir un paso más allá, una persona que se hace parte de cada uno de los pircanos y que adopta para sí, lo que cree es propio de cada uno.
Dice que la vida, es algo compleja, que se ve principalmente mucha injusticia y que para una persona con esos principios, es muy duro ser parte de una sociedad que presenta claras falencias.
Dice formar parte de las persona que luchan por un bien común, un bien que en reiteradas ocasiones, no se puede lograr, pero que más vale morir en el intento, que ver desde lejos una realidad que no te identifica y que más aun, hace daño.
Patricio dice tener principios y doctrinas porque considera que son el eje central de la conducta del hombre y fijación de su personalidad. Sin principios no hay doctrina y sin doctrinas no hay tradición y por ende, si no hay tradición no hay raíces que asienten y definan el linaje humano y lo proyecten hacia el futuro. Un futuro muchas veces incierto y en otras ocasiones un futuro que está ligado directamente con el accionar de las personas, por lo que Patricio pese a sus logros y a la felicidad de ser parte de una familia unida y bien constituida, no deja sus principios de lado.
Pretende luchar y principalmente ayudar el mayor tiempo posible, sin importar edad, sexo ni ideología política, primando por sobre todas las cosas, la igualdad de condiciones y oportunidades de todos los constituyentes de una sociedad.
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